Preludio
La innata vocación musical del poblador
puneño alcanza su más alta expresión en el huayño: excepcional estructura
de la canción popular peruana, es así cómo el compositor intuitivo y académico
citadino han logrado amalgamar la poesía de sus sentimientos, con la trama
sonora de sus inspiraciones. Esto demuestra que los músicos puneños, en su
mayoría, son además circunstanciales poetas; y como el canto solo no existe en
nuestro medio han arropado su poesía amatoria con el tejido sonoro expresado a
través de una representativa institución musical denominada “centro musical” o “estudiantina”.
Esta estructura social es un edificio
viviente que está marcando desde inicios del siglo pasado hitos importantes de
la historiografía musical puneña, siendo depositarias de las inspiraciones, inquietudes
artísticas y vivencias emocionales de sus integrantes.
Con gran acierto el maestro Edgar Valcárcel
dice que la estudiantina puneña: “…es en Puno el “instrumento”
mestizo por excelencia. Tradicional conjunto de cuerdas pulsadas trasmite, como
ninguno, los más hondos sentimientos del hombre altiplánico”. Agrega además que “…el puneño llora en sus estudiantinas” y “….canta al amor bajo las
formas de la queja..”.
Emilio Romero es citado cuando dice que sus
músicos trasmiten amargura y tristeza y sus melodías expresan “…una alegría mentida..” (1986 : Tomo 5).
(Fuente: Rodriguez Vasquez, Walter. La música
del Altiplano Peruano)
Conjunto obrero Masías, dirigido por el maestro Castor Vera Solano (Fotografía de Augusto Vera Béjar) |
ORIGEN
La estudiantina en su estructura instrumental embrionaria –
quenas y algunas guitarras - aparece en las postrimerías del S. XIX para
acompañar el baile con el que remataban el paseo campestre
organizado el viernes y domingo de
carnaval, por las pocas familias
de Puno; baile que sería el primer atisbo de la futura “pandilla puneña”. Su
evolución corre con el tiempo, por cierto con los carnavales, y son Manuel
Montesinos, Alberto Rivarola y otros visionarios que a inicios del S. XX le
infunden la personalidad que se acrisola con los Huirse, Echave, Vera
Solano, Palacios, Masías, Portugal y muchos más.
Integrar una estudiantina es un privilegio;
Augusto Vera es concluyente cuando afirma que “..en materia de música puneña, los que pueden viven en el alma de
sus paisanos. Los que no pueden, están condenados al olvido”. (2006 : 92)
La vigencia de los centros musicales y
estudiantinas en las trece provincias y varios distritos se consolida teniendo
como medular justificación las fiestas del carnaval y la “dualidad” indisoluble:
pandilla puneña + estudiantina = Puno.
Estas agrupaciones son multifuncionales:
animadoras de celebraciones cívicas, aniversarios de sus pueblos, fiestas
familiares, serenatas nocturnales, protagonistas en concursos e indiscutibles trasmisores
de la bohemia sentimental, romanticismo vivencial y conflictos emocionales de sus
compositores.
(Fuente: Rodriguez Vasquez, Walter. La música del Altiplano
Peruano)
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Pareja danzando la Pandilla puneña en las inmediaciones de la Plaza de Armas - Puno |
DETALLES RELEVANTES
a) Estructura instrumental:
- Cordófonos: mandolina, violín, guitarra,
guitarrón, contrabajo, charango andino.
- De fuelle: acordeón,
- Aerófonos: opcionalmente quenas y
zampoñas.
b) Géneros: huayño andino, huayño
pandillero, marinera puneña, vals, de danzas nativa y mestizas, música clásica
universal.
c) Contexto espacial: zona urbana, teatros,
instituciones educativas.
d) Funciones: soporte insustituible de la
Pandilla Puneña, difusión de música y canto, celebraciones familiares,
aniversario, concursos, recitales, serenatas.
e) Intérpretes:
docentes, estudiantes, otros profesionales, obreros.
(Fuente: Rodriguez Vasquez, Walter. La música
del Altiplano Peruano)
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